En el mundo de las “reatas”, existen diversas variaciones que las mujeres pueden encontrarse. A continuación, se presentan algunos tipos comunes:
1. La Reata Estándar: Mantiene un tamaño constante en reposo, pero puede aumentar durante la excitación.
2. La Reata Circuncidada: Sometida a cirugía para retirar el prepucio. Sensible y propicia para experimentar diversas posturas.
3. La Reata No Circuncidada: Sensible, con piel que se puede mover. Requiere buena higiene pero ofrece oportunidades para explorar posturas.
4. La Reata Sorpresa: Parece pequeña en reposo pero experimenta un cambio considerable durante la erección.
5. La Reata Curvada: Su forma puede complicar algunas posturas, pero la experimentación puede maximizar el placer.
6. La Reata Pequeña: Desafía convenciones, requiere mentalidad abierta y exploración de posturas distintas.
7. La Reata Grande: No hay un tamaño específico, pero se menciona que 16 cm de longitud y 12 de circunferencia se consideran grandes. Se brindan recomendaciones para disfrutar de este tamaño.
8. La Reata Torcida: Permanece recto en reposo pero se dobla durante la erección. Puede ofrecer ventajas según la dirección de la curvatura.
En cuanto a la importancia del tamaño, la sexóloga María Esclapez destaca que el placer no está necesariamente vinculado al tamaño, ya que la mayoría de las terminaciones nerviosas se encuentran en la entrada de la vagina.
En resumen, cada tipo de “reata” presenta sus propias características y posibilidades, y la clave radica en la comunicación y la experimentación en pareja.
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